Las palabras y las acciones pueden hacer daño ...

La manera en que hablamos y actuamos con los hijos influye en la forma en que ellos piensan de sí mismos.

Frecuentemente nuestro comportamiento habla más fuerte que nuestras palabras. ¿Qué le está diciendo a su hijo?

Lo que decimos a los hijos es como un espejo que les irá reflejando ideas sobre quiénes son y lo qué serán.

El efecto de las palabras ofensivas puede durar toda la vida. Los padres, a veces pueden hacer o decir cosas a sus hijos en contra de su buen juicio. Generalmente los niños son lo suficientemente elásticos para aguantar comentarios dolorosos o negativos sin efecto permanente. Sin embargo, cuanto más comentarios negativos les transmitamos por medio de palabras y acciones, tanto más los creerán.

Hay que escuchar a los hijos

Escuchar a los niños les hace sentirse importantes.

Escuche el punto de vista de los niños.

A veces, los niños no hablan porque no se les ofrece la oportunidad de hacerlo. Procure que en su familia todos los miembros tengan la oportunidad de ser escuchados.

Escuchar no quiere decir solamente oír las palabras, sino que también descifrar los sentimientos detrás de ellas

Escuche lo que no se dijo. Para muchas personas, el comportamiento habla más fuerte que las palabras. ¿Qué está tratando de decirle su hijo?

Escuche con paciencia. Dé tiempo a su hijo para que pueda contar su historia. No interrumpa antes de que él termine de contársela.

Escuche con entusiasmo. Comparta los ánimos de su hijo.

Ayude a los niños a expresar sus pensamientos y sentimientos indicándoles palabras y otros medios de comunicarse con usted.

Los niños escuchan

Lo que se debe evitar:

Ignorar a los niños.

Inferencias negativas para describir al niño y calificativos despectivos como "Estúpido" o "Eres un niño malo"

Acusaciones injustas. Por ejemplo, "Debes haberlo hecho tú - Tu hermana nunca hubiera hecho algo así" "Tú tienes la culpa de que mamá y papá estén siempre peleando"

Rechazo o negación de amor. Ejemplo "Ojalá no hubieses nacido"

Arrugar la frente o suspirar cuando quieren hablar con usted.

Comparar un hijo con otro.

Hablar negativamente de los hijos delante de otros - ellos escuchan.

Escuchar
Las palabras y las acciones pueden hacer daño ...
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